Visita el Templo Kiyomizudera, Kyoto

El templo Kiyomizudera es un templo budista fundado en el año 778 y es hoy en día Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Está dedicado a la deidad Kannon, diosa de la misericordia, la misma deidad que se venera en el Templo de Sensoji de Tokyo.

Su nombre significa literalmente «templo del agua pura» y es debido a las cascadas de agua que hay en la Montaña Otowa, donde se ubica, en el distrito Higashiyama de Kyoto.

Su complejo lo forman más de 30 edificios! A cuál más bonito y espectacular. Estos son los que dejaron huella en mí:

Niomon Gate

Esta puerta se conoce como la puerta roja por su vivo color y es la puerta que protege el templo de las fuerzas del mal. Es una impresionante entrada que te hace pensar que lo que verás a continuación, merece dicha protección.

Kiyomizudera Temple

Salón Zuigudō

Es un salón donde puedes practicar lo que se llama «tainai meguri», la peregrinación al útero. Se ha de pagar un pequeño extra pero no es mucho. Entré sola y me llevé una grata sorpresa. Te has de quitar los zapatos. Te dan prestada una bolsa para que los guardes y lleves contigo durante la visita. Bajas unas escaleras a oscuras, guiándote por una barandilla que era como si fuera un rosario budista (mala). Cuando llegas abajo, das la vuelta a una piedra, que iluminan muy poquito, mientras pides un deseo a Daizuigu Bosatsu. Lo bonito de esta visita es que al no ver nada, has de confiar en ti y, como dicen ellos, renacer. Fue una bonita experiencia.

Kiyomizudera Temple

Salón Principal (Hondo)

Está construido todo de madera de zelkova y cuenta con un impresionante balcón a 13 metros de altura sostenido por 18 pilares. Este balcón fue reconstruido en 1633 debido a varios incendios. Antiguamente había un dicho que decía “saltar de la plataforma de Kiyomizu” (to jump off the stage of Kiyomizu),  y es que literalmente la gente saltaba desde este balcón. Quien sobrevivía podía pedir un deseo y se le concedía. ¿Os atreveríais?

Santuario Jishu

Está dedicado a 5 dioses entre ellos el dios del amor y casamentero, Okuninushi-no-mikoto.

Kiyomizudera Temple

Una curiosidad es que existen dos piedras alejadas la una de la otra. La distancia entre ellas, tiene que ser recorrida con los ojos cerrados. Lo cuál no es fácil cuando hay tanta gente! Si consigues hacer el recorrido, encontrarás el amor. Muchas parejas recién casadas o a puntito de ello vienen para pedir bendiciones a este dios. No te puedes marchar de aquí sin tu amuleto (omamori). Un pequeño saquito de tela de seda (omamori-bukuro) en cuyo interior va un papel o cartón con el nombre del dios que te va a proteger y una oración. Este saquito lleva un cordón para que lo lleves contigo, te proteja y cuide. No pude irme sin el mío: rojo con el símbolo de virgo 🙂

Kiyomizudera Temple

Cascada Otowa

Esta cascada es la que da nombre al templo. La gente bebe de su agua porque le atribuyen propiedades curativas.

Kiyomizudera Temple

Otra cosa que me encantó de pasear por este templo es la naturaleza que lo rodea: los cerezos y almendros en flor, magnolias, estanques con peces Koi, etc.

Una visita obligada si paras por Kyoto 🙂


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